ENCONTRANDO LA ARMONÍA CÍCLICA EN LAS ESTACIONES
Abordaje integrativo para reconectar con la naturaleza cíclica de nuestros cuerpos
Nuestro cuerpo es como una sinfonía; requiere una adaptación constante para equilibrar nuestro cuerpo, mente y espíritu. Cuanto más practicamos y ajustamos, mejor nos sentimos.
Por eso, como terapeuta sanitaria especializada en la salud holística femenina, he creado el programa con el que ayudo a muchas mujeres y que pronto verá luz en su versión grupal. Mi deseo es guiar a otras mujeres a convertirse en sus propias terapeutas utilizando los principios de la medicina funcional y la PNI, desde la perspectiva femenina. Este viaje incluye un profundo reseteo de tu cuerpo físico único y el equilibrio de tus hormonas, desde la fase en la que te encuentres hasta la menopausia y más allá. También implica cultivar la sabiduría emocional, patrones, creencias y barreras improductivas..
Sin duda, la recomendación número uno que tengo para todas es priorizarse, osea, “fill your own cup first” como se dice en inglés (llenar tu propia taza primero). A veces esto parece contradictorio, pero cuando ponemos las necesidades de los demás antes que las nuestras, estamos dando desde un contenedor constantemente vacío y agotado.
Cuando priorizamos nuestras necesidades y nos cuidamos de una manera significativa y nutritiva, damos a todos desde ese acopio y superávit de abundancia que hemos generado en nosotras, lo cual no solo es gratificante, sino también sostenible.
Entendiendo eso, mi trabajo es ofrecer otras formas de replantear nuestro enfoque hacia la menopausia, las hormonas y la salud metabólica mediante el uso de conocimiento, coherencia, herramientas y técnicas de la medicina funcional e integrativa.
Los elementos de la naturaleza
En la naturaleza existen los elementos: fuego, tierra, agua y aire. Así como en nuestro cuerpo, cada elemento está relacionado energéticamente con alguna de nuestras funciones, órganos y sistemas.
Por ejemplo, la salud intestinal está vinculada al elemento tierra, que apoya nuestro bienestar general de múltiples maneras, incluyendo la digestión, la integridad de nuestros tejidos, la producción de sangre, pensamientos claros y racionales, y nuestra capacidad de tener compasión y amabilidad hacia nosotros mismos y los demás.
Puedes apoyar este elemento de muchas maneras, pero algunas de las más simples y efectivas incluyen comer en ambientes relajados y tranquilos, terminar tu última comida del día al menos dos horas antes de ir a dormir, asegurarte de comer despacio y con presencia, degustar, disfrutar a fondo tu comida, y enfocarte en alimentos nutricionalmente densos y remineralizantes, como los vegetales de colores, frutos, los huevos, el pescados azul, los tubérculos, semillas, aceite de oliva…
La menopausia y la naturaleza cíclica de nuestro cuerpo
Si estás entrando en la etapa de transición o perimenopausia, pasando por la menopausia de manera natural o te encuentras en ella de forma precoz como resultado de una cirugía, medicación o quimioterapia, lo más importante a tener en cuenta es que, independientemente de si tienes o no menstruación, todavía pasas por un ciclo hormonal mensual que refleja las estaciones externas y un ciclo circadiano que envuelve el día y la noche.
Todas experimentamos una primavera, verano, otoño, otoño tardío e invierno internos en un lapso de 30 días. Cuando nos reconectamos con la naturaleza cíclica de nuestros cuerpos, nuestras emociones y necesidades energéticas seguirán ese ritmo.
Nuestros cuerpos tienden a descansar más durante la menstruación regular, tal como nos parece natural e intuitivo descansar más durante el invierno.
Sin este indicador tangible (la menstruación) de que necesitamos un descanso, las mujeres tendemos a sobrecargar nuestros cuerpos sin darnos cuenta. Es como vivir en un estado de verano perpetuo, cuando naturalmente trabajamos, viajamos, socializamos y hacemos ejercicio de maneras que no son sostenibles a largo plazo. No podemos mantenernos en un piloto automático, menstruemos o no, nuestra naturaleza es cíclica y necesita tanto del estado de activación y estímulo, como del de relajación y descanso.
Para abordar la peri-menopausia desde un lugar de gratitud, responsabilidad consciente y empoderamiento biológico, mejorando así sus síntomas asociados, es importante cultivar una conexión fuerte y cariñosa con tu cuerpo.
Comienza siendo consciente de tu ciclo estacional interno y sincronizándote con él. Para esto tenemos el ciclo de la luna. La forma más sencilla de hacer esto es alinearse con las fases lunares — luna nueva para la fase de la menstruación, luna creciente para la fase folicular, luna llena para la ovulación, luna menguante para la fase lútea tardía. Luego, ajusta tus elecciones alimentarias, movimiento y actividad física, flujo de trabajo, relaciones íntimas y vida social de acuerdo con tus necesidades hormonales y energéticas.
Esto nos permite transitar por esta nueva forma de ser con gracia, facilidad y sabiduría femenina.
Interpretando los síntomas del desequilibrio
Las hormonas son mensajeras químicas, y cuando experimentamos cualquiera de los siguientes síntomas, puede haber un desequilibrio más profundo.
Físicos: hinchazón, fatiga crónica, sofocos, dificultad para perder/ganar peso, dolores de cabeza, estreñimiento, diarrea, acné, pérdida de cabello, confusión mental, moretones fáciles, lesiones que tardan en sanar.
Emocionales: cambios de humor, comportamientos compulsivos, ansiedad, depresión, insomnio, falta de motivación, baja libido.
Espirituales: baja autoestima, desconexión, sensación de no pertenencia, dudas y miedo, desesperanza, falta de motivación.
Hay una sabiduría profunda en comprender la naturaleza de nuestras estaciones internas y ciclos hormonales. Cada una de estas estaciones corresponde a patrones emocionales y conductuales específicos, síntomas físicos, niveles de energía, la conexión con la sensualidad y la sexualidad. Con el tiempo, a medida que vivimos más en armonía con nuestra naturaleza interna, sentimos este cambio hacia una mayor salud y felicidad.
Por esto, trabajar con un enfoque que abrace la biología femenina desde la ciencia y la sabiduría y conexión ancestral de la mujer a través de la evolución y el desarrollo personal y espiritual, es una disciplina que se hace necesaria para poder dar respuesta a nuestras inquietudes y necesidades en todas sus formas.
Si quieres unirte a mi y que trabajemos juntas para resetear tu cuerpo, entrar en tu armonía vital y energética y disfrutar tu cuerpo y tu estilo de vida, puedes solicitar una valoración para entrar en mi programa «El cuerpo femenino» a partir de septiembre y que veamos si es para ti.